Hoy os vamos a enseñar un post que nos escribió Naiara Botia cuando acudió a pasar un finde en el hotel. Todas las fotos y textos son replicados de su blog «Next Stop»
Creemos que es muy importante que conozcáis a la gente que pasa por nuestras habitaciones y su opinión de la estancia.
¡Esperamos que dentro de poco nos envíes la tuya!
Naiara cuenta…..
Se trata del Hotel Boutique Pinar. Un pequeño hotel de lujo que consta de cinco bungalows/ suites independientes con aire vanguardista, con un diseño muy acogedor y coqueto.
Fuimos a principios de febrero, por lo que tuvimos la suerte de encontrarnos todo el recinto nevado, lo que lo hizo mucho más bonito.
Cada suite tiene el nombre de una flor: Gardenia, Peonía, Magnolia, Glycina y Camelia. Nosotros nos alojamos en Peonía. Toda la decoración era verde y detalles en rojo, haciendo referencia a la flor que le pone nombre. Además del precioso mobiliario y el encanto de cada una de las habitaciones, todas las habitaciones tienen chimenea y jardín con piscina privada. ¡Un auténtico lujo!
Pero lo mejor de lo mejor fue sin duda la cena (Recordad que servimos cenas solo si se reserva por la web!) y el desayuno. Victoria, la propietaria de Hotel Boutique Pinar, nos preparó una delicioso manjar a su gusto (no sin antes preguntarnos si teníamos alguna alergia o intolerancia). Le dejamos que nos sorprendiera y sin duda acertó de lleno. Nos trajo la cena a la habitación lo que le dio un toque mucho más romántico y bonito. 🙂
Pero a la mañana siguiente tocó desayuno y casi nos volvimos locos cuando vimos la cantidad de comida, toda espectacular y además con una cubertería preciosa… ¡Habían platos para parar un tren! Café, zumos, magdalenas, brownie, pastel de pescado, pastel de manzana y morcilla… y una rechoncha y coqueta tortilla de patatas que, sin duda, ha sido la mejor tortilla de patatas que he probado en mi vida. Jugosa y regordita, como a mí me gusta… ¡juzgar vosotros mismos!
Sin duda ya sólo con el desayuno merece la pena visitar este pequeño hotel con un encanto de lujo… Y para poner punto final a nuestra escapada, nos despedimos con un obsequio: un jabón natural en forma de mariquita elaborado por la propia Victoria a base de pétalos de rosa.